El gran problema en los años 90 fue la inestabilidad del gobierno. Después de que el gobierno anterior, el recién elegido Carlos Menem prometió muchos cambios. Menem fue elegido de la justialista Frente Partido Popular el 14 de mayo de 1989. Desde el comienzo mismo de los partidarios de Menem se apresuraron a prestar dinero e invertir en la Argentina. El problema era que había una espada de doble filo. Por un lado, los ricos se hacen más ricos a causa de las nuevas políticas de Mene. En el otro lado de los pobres tenían que pagar muchos impuestos para los servicios.
Menem no cumplió con sus promesas de campaña a la gente de la Argentina y en su lugar fue un participante activo en el consenso de Washington. Esto dio a los Estados Unidos y otras naciones mucha influencia sobre Argentina. Menem trató de ajustar el dólar de EEUU para el peso argentino. Al principio esto funcionó y la economía parecía Estabiliza, sin embargo las empresas multinacionales están ganando todo el control. Pronto, la economía cayó en gran deuda. Menem estaba feliz de vender la deuda a los Estados Unidos por un precio inflado que dio a los Estados Unidos más poder. Y así comenzó una espiral descendente.
Los propietarios de las empresas multinacionales y los propietarios de la tierra gigante de la Argentina se benefició mientras que la persona común sólo se pierde dinero y estaban más en deuda. El problema con el neoliberalismo es que las grandes empresas que se privatiza estaban en el poder. Cuando las empresas estaban en el poder del gobierno era impotente. Cuando los bancos exigieron en la deuda no había manera de pagar, porque era todo crédito basado. Otros países Argentina se utilizan como medio de hacer crecer su negocio. El gobierno se quedó sin poder para defender los recursos fiscales nacionales, ya que renunció a su poder cuando se permitió la entrada de las empresas multinacionales y la aceptación de su crédito.
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