Clase social polarizada

En clase hemos hablado de la importancia cultural de la ciudad, también de cómo la inmigración fue de una gran importancia en el desarrollo de la ciudad. Hay muchos factores culturales que hacen de Buenos Aires un lugar muy singular. A medida que paseamos por los diversos parques, nos dimos cuenta de la separación entre las clases sociales. Gigantescos edificios, que ahora sirven como oficinas públicas, fueron una vez mansiones construidas por la élite. La ciudad tiene muchos espacios verdes que fueron vistos por los aristócratas desde sus propios espacios privados. Es por esta razón que hay varias plazas y espacios verdes exuberantes que permanecen intactos. Buenos Aires es una ciudad donde lo viejo se reúne con lo nuevo y esto es muy obvio a partir de las mansiones existentes que se asientan delante de los brillantes rascacielos modernos. La ciudad siempre ha sido un lugar de máxima exclusividad y hoy no es una excepción. Algunas zonas -como el rico extremo norte y el Jockey Club- todavía necesitan un poco de buena fama o bien, de la influencia política de cada persona. Es interesante ver cómo, incluso, partes de la ciudad al día de hoy son tan selectivas. Por un lado, existen los barrios marginales, donde las condiciones son las peores en el país, y a unas cuadras de distancia, hay personas que viven vidas completamente diferentes. Las personas que tienen todo el lujo a precios asequibles viven en casas enormes. Buenos Aires es, de todas formas, una ciudad que muestra una estructura polarizada de sus clases sociales.